De Pecadores Estándar...
[Reflexiones sobre el mundo más allá de los pecadores estándar y otros mitos geniales de la Aldea Global]
El neoliberalismo no termina de irse y la aldea global no ha encontrado una vía económica que conduzca a la humanidad a esa era dorada que nos permita cerrar, o por lo menos reducir la brecha social y lograr un genuino desarrollo sustentable para el planeta.
Los pecadores estándar, de los que se enorgullecían los promotores del liberalismo salvaje en México, siguen deambulando entre los escritorios donde se toman decisiones que afectan a la población, y es predecible que siempre gravitaran en el infortunio colectivo. Por eso, decidí retomar en mi comentario editorial, el espíritu de un antiguo blog temático de TribuAmericas® titulado Historias del Neoliberalismo.
Para quienes no conocen el significado del término "pecadores estándar", dejo aquí una explicación que, considero necesaria para contextualizar mis textos en este breve espacio.
El Antecedente
En 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, México y Canadá, que ofrecía hacer del entonces llamado neoliberalismo, la panacea para los males económicos de la región. México se convertiría en una potencia mundial del mismo calibre que sus socios, según prometían los tecnócratas adiestrados en Harvard y Yale que fungían como gobernantes mexicanos, y uno de ellos, Pedro Aspe, entonces secretario de Hacienda, aseguró que la pobreza en el país era "un mito genial".
Luego el mito genial de la pobreza desató la inmigración indocumentada, no sólo de mexicanos, sino de millones de latinoamericanos, hacia Estados Unidos y, en menor medida a Canadá, que aparejada con la multiplicación de sofisticados y violentos cárteles delincuenciales, abrió un capítulo de claroscuros políticos, económicos y sociales que aceleró el proceso de anexión imperialista de México y Centroamérica a los Estados Unidos de América.
Desde las sombras, otra vez en México, hubo un personaje oscuro y siniestro que contribuyó a cerrar una etapa clave del neoliberalismo para el continente americano, paradójicamente integrado y dividido eufemísticamente bajo el concepto de "Las Américas".
La Anécdota
Era Julio de 2005 en México. Cecilia Romero Castillo, entonces secretaria de Relaciones Internacionales del CEN del Partido Acción Nacional (PAN), aseguró en referencia a acusaciones de su compañero de partido Francisco Barrio Terrazas sobre irregularidades en la elección interna del candidato presidencial que "en el PAN no somos ángeles; somos seres humanos, pecadores estándar, y no dudo que haya habido algunas cuestiones no totalmente transparentes".
Ese candidato que se coló a una contienda presidencial de manera dudosa, era el hoy ex mandatario Felipe Calderón, quien sentó las bases para el desmantelamiento de la nación mexicana en nombre del neoliberalismo, del gran Estado Norteamericano y de la Aldea Global.
Y mientras Calderón hacía lo suyo, doña Cecilia, en 2009, como Directora del Instituto Nacional de Migración, donde se detectó una red de tráfico de personas y prostitución de migrantes, sólo se limitaba a asegurar que estos delitos son "males de la humanidad" que México no podía erradicar.
El Resultado
Primero fue el temple mítico y pecaminoso de las Historias del Neoliberalismo que se publicaron durante varios años en TribuAmericas®, y ahora en este cuasi-post-pandémico 2023 me siento obligada a continuar con la misión de poner el dedo en las llagas abiertas del pecado neoliberal original y de sus secuelas, donde quiera que todo eso emerja. Gozaremos con exprimir sobre ellas gotitas de limón con chile piquín, si a los dilectos seguidores de TribuAmericas® les place.